Si hay algo de lo que sentirnos orgullosos en España, deporte aparte, probablemente sea nuestra solidaridad como donantes de órganos. Llevamos 23 años como líderes mundiales en este acto voluntario, gratuito y altruista. Echando cuentas, hay 33,3 donantes por cada millón de españoles. Este dato casi duplica a la media de la UE (19,5), pero sigue siendo francamente bajo (El País). Se puede dar una segunda vida a muchos de nuestros órganos, incluyendo los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas y los pulmones, así como piel, médula ósea y, por supuesto, sangre. Con todo, miles de enfermos siguen muriendo sin poder escapar de las listas de espera1.
Esta semana os traemos una noticia de la cadena rusa RT que nos lleva de viaje al futuro. La llamada “medicina regenerativa” está aprendiendo (entre otras muchas aventuras) a generar mini-órganos en el laboratorio, aunque están aún lejos de reemplazar las donaciones. Nos ayudaría a entender como nunca el funcionamiento de estos órganos, pero también sería una herramienta espectacular para diagnosticar y tratar enfermedades. Y sin embargo, ¿es ciencia ficción o realidad? ¿Podemos generar cerebros en el laboratorio? ¿Cerebros enormes? ¿Y algún otro órgano? ¿Para qué sirven? ¿Son una alternativa real a las donaciones? Lo explicaremos dando un paseo por los últimos avances en biomedicina, un área de la ciencia que probablemente será determinante en el futuro de nuestra sociedad. ¡Acompañadnos!
Tres ejemplos destacados de “organoides” o mini-órganos que se han generado en los últimos años: cerebro, hígado e intestino. Elaboración propia a partir de Ranga et al., 20144. |
Hoy por hoy se han conseguido generar “organoides” modelo de cerebro, probablemente lo más sonado en los medios, pero también de intestino, páncreas, corazón e hígado. La idea es sencilla: aislar unas pocas células madre y dejarlas crecer en un medio de cultivo 3D3 (no ya en una placa bidimensional como las que se usan habitualmente) en las condiciones adecuadas hasta conseguir estos organoides, "equivalentes" a pequeños órganos. Los detalles técnicos son de todo menos simples, porque cada paso es exquisita y desesperantemente delicado. Al final del proceso, el resultado es un órgano en miniatura que expresa los genes que le tocan, pero dista mucho aún de lograr el tamaño del órgano que imita, y no consigue funcionar más allá de pequeñas tareas4. Es decir, los organoides de cerebro obtenidos ni son gigantes ni pueden ser trasplantados. O no todavía. Pese a todo, en los próximos párrafos os demostraremos que esta tecnología tiene un tremendo potencial.
Entender nuestro cuerpo, “en la salud y en la enfermedad”
Se pueden utilizar estos modelos 3D para estudiar, por ejemplo, el cáncer: el crecimiento del tumor y la angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos que el propio tumor dispara para asegurar que le llegan nutrientes para seguir creciendo desbocado4.
Otro caso, volviendo al cerebro, son las enfermedades neurodegenerativas: Se pueden generar organoides de distintas regiones de este órgano tan complejo. También se están usando para entender la microcefalia, un trastorno embrionario en el que nuestro cerebro no llega a alcanzar un tamaño normal3.
Puesta a punto de fármacos: del laboratorio a la farmacia
En la larga carrera de obstáculos que implica la salida al mercado de un medicamento, se pasa normalmente por una primera fase en la que se prueban millones de compuestos sobre células en cultivo. De esos, sólo unos pocos pasan las sucesivas cribas hasta ser ensayados en animales de experimentación y, más tarde, en humanos, antes de poder llegar a nuestras farmacias. Los organoides podrían irrumpir en las fases intermedias, permitiendo estudiar factores como toxicidad o interacciones metabólicas de cada potencial fármaco, y agilizar así todo el proceso2,4.
Tratamiento de enfermedades
Vamos a ver un ejemplo real interesante. Como os decíamos, se han conseguido generar también organoides de intestino, donde a partir de una única célula del intestino delgado de un ratón, en 14 días se obtienen criptas intestinales indistinguibles de las naturales. Las criptas son unas estructuras que permiten la absorción de los nutrientes, fenómeno que en situaciones como las colitis no funciona como debe (y por eso adelgazamos). Si estas criptas generadas en el laboratorio se trasplantan a un ratón con colitis aguda, las nuevas criptas consiguen insertarse en el intestino del receptor y este ratón vuelve a ganar peso al cabo de los días. Estos organoides se podrían utilizar, por ejemplo, para tratar la enfermedad de Crohn, una inflamación digestiva que impide la asimilación de los alimentos (con dolor abdominal, cólicos, pérdida de peso…)5.
Izquierda: La cripta generada en laboratorio (que los investigadores transformaron en verde para poder distinguirla de las del ratón receptor –grises–, no es que el ratón donante sea familia de Hulk) se integró en el intestino del receptor. Derecha: ¡El ratón receptor recuperó el peso que había perdido gracias al trasplante! DSS es la sustancia que, al beberla, había provocado al ratón la colitis. Modificado a partir de Yui et al., 20125 (ratón prestado de Wikipedia). |
En conclusión, aunque técnicamente muy complejos de generar, los organoides van camino de constituir una tecnología sin precedentes para estudiar las enfermedades humanas y la respuesta a fármacos. Decidnos que no es impresionante.
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Fuentes
- Generalidades y datos sobre donación de órganos: El País (cifras de donantes), Institutos de Salud de EE.UU. (NIH), Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
- Astashkina, A., & Grainger, D. W. (2014). "Critical analysis of 3-D organoid in vitro cell culture models for high-throughput drug candidate toxicity assessments". Advanced Drug Delivery Reviews, 69-70, 1–18. doi:10.1016/j.addr.2014.02.008
- Hattori, N. (2014). "Cerebral organoids model human brain development and microcephaly". Movement Disorders, 29(7467), 185–185. doi: 10.1002/mds.25740
- Ranga, A., Gjorevski, N., & Lutolf, M. P. (2014). "Drug discovery through stem cell-based organoid models". Advanced Drug Delivery Reviews, 69-70, 19–28. doi: 10.1016/j.addr.2014.02.006
- Yui, S. et al. (2012). "Functional engraftment of colon epithelium expanded in vitro from a single adult Lgr5+ stem cell". Nature Medicine, 18(4), 618–623. doi: 10.1016/j.addr.2014.02.006
Gracias por acercarnos unos de esos momentos en la historia en los que el hombre trata de emular a la ciencia ficcion.
ResponderEliminarAnte todo, resulta triste pensar que ni en el pais mejor abastecido se dona lo suficiente.
No se si es por un problema de metafisica o desconocimiento.
Todo el mundo puede defender que la muerte signifique que su corazon.
Entonces, si tuvieramos delante a la persona a quien podriamos salvar la vida, ¿seriamos capaces de decirle que se espere 30-40 años a que se desarrollen los miniorganos?
¡Hola Irene!
ResponderEliminarGracias a ti por leernos y dejar el comentario :D
Creo que has dado en el clavo en resaltar algo que subrayamos en el post (e incluso, aunque demasiado tímidamente, lo hacen en la pieza del informativo que destripamos): NO es una alternativa a las donaciones a día de HOY. Si me preguntas, no pienso que pueda llegar a serlo en el corto y medio plazo. Y sin embargo, tiene muchas posibilidades factibles, de las que hemos trazado alguna pincelada... Bottomline: http://www.eresperfectoparaotros.com/
¡Un abrazo desde Madrid!
Pablo
Hola Pablete, nos ha gustado mucho tu artículo, es muy curioso. Que sigais así. Qué maravilla de colores los del cerebro!! Glori
ResponderEliminar¡Hola Glori!
ResponderEliminarMuchas gracias por dejarnos un comentario. Sí, es un tema apasionante... Pero CUIDADO: El cerebro no es de colorines. Lo que sí podemos hacer es, ya cuando estamos trabajando con él en el laboratorio, teñir distintas zonas o células (enganchando anticuerpos a proteínas concretas del cerebro y detectando cada uno con un color). Esta técnica de pintura molecular (espero que mis profes me dejen usar estos términos) se llama "inmunocitoquímica". Y así salen imágenes tan chulas como esa ;)
Un beso,
Pablo
Hola Pablo,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el tema, parece increíble que si esta tecnología sigue avanzando algún dia llegaremos a solucionar muchos problemas de trasplantes. Tenía una curiosidad, he leído por ahí que se han llegado a recrear órganos de otra forma, a partir de un molde vivo de matriz y luego se ha dejado crecer tejido nuevo sobre el modelo.
¿Sabéis algo respecto a este tema? ¿Es la tecnología que se usa en ambos sistemas parecida
Hola anónimo,
EliminarMuchas gracias por leernos y hacernos llegar tus dudas. A ver si puedo ayudarte... :)
Por lo que he encontrado sobre lo que me comentas, efectivamente es posible (o mejor dicho, se está intentando) utilizar órganos de un donante, pero antes de trasplantarlos se "decelularizan": se dejan en una carcasa de matriz extracelular, como bien decías, que es la que proporciona la macroestructura del órgano. Luego, ésta se repuebla con células, esta vez, del paciente. Este último punto sí te puede recordar a lo que venimos hablando, puesto que se requieren células madre. Éstas se pueden obtener, por ejemplo, de cordón umbilical, pero también por reprogramación de células ya diferenciadas, como las de la piel (atento al post de este viernes, aprenderás algo sobre esto de la reprogramación ;) )
En definitiva, esta otra tecnología aprovecharía de los trasplantes convencionales el poder utilizar órganos de tamaño real gracias a la matriz donante (y no "miniórganos" que hoy por hoy solo son aptos para investigación, como veíamos); y del uso de células madre del paciente para la repoblación del órgano, el hecho de evitar los rechazos, ya que son células propias.
No sé si te he aclarado o liado más, en cuyo caso no dudes en volver a preguntarnos. Te dejo un artículo de revisión de 2011 por si quieres los detalles, ¡es un tema realmente interesante!
Gracias de nuevo y hasta pronto,
Pablo
JJ Song, HC Ott. "Organ engineering based on decellularized matrix scaffolds". Trends in Molecular Medicine. Volume 17, Issue 8, August 2011, Pages 424–432 dx.doi.org/10.1016/j.molmed.2011.03.005