7 de noviembre de 2014

Aquí hay tomate… transgénico

 7 de noviembre de 2014  6 comentarios

Tras nuestro paso por la fría Rusia la semana pasada, hoy volvemos a una televisión un poco más conocida: la estadounidense. Y es que, hace unas pocas semanas, el programa Jimmy Kimmel Live! emitió un reportaje que, cuanto menos, reflejó en clave de humor la falta de conocimiento acerca de los celebérrimos OGM (Organismos Genéticamente Modificados), GMO en sus siglas en inglés.

¿Hasta qué punto modificar un organismo genéticamente tiene consecuencias en su consumo? ¿En qué consisten exactamente esas alteraciones genéticas? ¿Pueden de verdad afectarnos a la salud?
No sabemos si la gente de este vídeo representará a la totalidad de la población de EEUU o simplemente está editado, pero parece que la posición general acerca de estos productos es en contra... aún sin tener muy claro qué es un OGM:

Crédito: el programa Jimmy Kimmel Live! es una producción de Jackhole Productions en asociación con ABC Studios.
Transcripción y traducción propias.

Un Organismo Modificado Genéticamente (OGM) es, ni más ni menos, un organismo al que se le han introducido cambios en su genoma (el ADN) mediante técnicas de ingeniería genética. Esto implica que no sólo son posibles productos de los que podemos alimentarnos, sino que puede haber muchos OGM, muchísimos: desde plantas de algodón para nuestras camisetas hasta bacterias microscópicas, pasando por peces de acuario y virus.

¿Y cuál es el objetivo de todo esto? Algo tan simple como mejorar ciertas capacidades de un organismo o introducir una nueva propiedad en estos. Actualmente, la ingeniería genética puede conseguir verdaderas virguerías. Introducir genes de unos organismos en otros, aumentar la producción de determinada proteína o directamente eliminar un gen son sólo algunos de los muchos ejemplos. Y todo ello puede repercutir en campos como la economía, la sanidad o el bienestar social.

Si bien los primeros OGM (en los años 70) se destinaron a la investigación biomédica, pronto esto pasó a otras áreas. En pocos años se consiguieron plantas resistentes a plagas y más productivas, y con el tiempo sus usos se han ido ampliando cada vez más: los OGM han dado lugar ya a la terapia génica, la creación de animales resistentes a enfermedades o la obtención de peces fluorescentes, entre otros.

Peces de colorines, a los que se les ha introducido proteínas fluorescentes como GFP (procedente de la medusa bioluminiscente Aequorea victoria). Fuente: GloFish.

Sin embargo, no fue hasta el final del siglo XX cuando el debate acerca de estos organismos se intensificó. En 1998, el científico Arpad Pusztai publicó un estudio en el que concluía que los vectores introducidos en los cultivos OGM podían afectar a la mucosa del tracto intestinal y producir efectos biológicos de gran alcance. Pero lo que más repercusión tuvo fue que Pusztai adelantó estos resultados a los medios de comunicación generales, lo que desarrolló una fuerte polémica. Esto quedó reflejado en las numerosas cartas y comentarios que muchos investigadores escribieron a revistas científicas de prestigio ofreciendo su opinión1.

Tal ‘revolución’ llevó a que Pusztai fuera temporalmente apartado de sus investigaciones (hoy en día es consultor y da charlas sobre este tema, reflejado en artículos como éste), pero no a un aumento de la investigación sobre los posibles efectos adversos de los alimentos genéticamente modificados en la salud humana. En varias publicaciones1,2 se concluía, un par de años después, que no hay suficientes estudios experimentales, sólo mucha gente vertiendo su opinión al respecto.

Los tomates Flavr Savr fueron el primer producto genéticamente modificado que se comercializó. La enzima poligalacturonasa es la encargada de degradar las paredes celulares, haciendo que los tomates se vean ‘pochos’. Al impedir la expresión de esta proteína, se consiguió ralentizar la maduración del tomate y darle una vida más larga para que pudieran ser comercializados incluso en lugares lejanos. Fuente: Genetics Blog Assignment.

¿Y cómo está la situación ahora? Pues parece que mucho no ha cambiado. Sigue sin existir ninguna publicación con revisión por pares acerca de estudios clínicos de los efectos de estos alimentos en la salud humana3. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que todos los productos transgénicos que hay hoy en día en el mercado han pasado controles de seguridad y no es probable que presenten riesgos para la salud humana. No se ha observado ningún efecto en la salud humana como resultado de su consumición en los países en los que han sido aprobados.

Con todo esto, parece que la mayor inquietud (y la polémica) en torno a estos organismos es cómo podría afectar su consumo a la salud humana. Sin embargo, no hay que olvidar que los OGM ya están teniendo consecuencias, y buenas, en la actualidad. Sin ir más lejos, en el campo de la salud, la insulina que usan casi a diario miles de personas diabéticas se produce en bacterias a las que se ha introducido el gen que codifica para esta proteína. Lo mismo pasa con el factor de crecimiento para tratar algunos tipos de enanismo o los factores de coagulación para personas hemofílicas.

Pero si lo que interesa es la alimentación, el maíz Bt, del que España es el primer país europeo en plantaciones, está diseñado para ser resistente a la plaga del taladro, un insecto que acaba por matar a la planta. Otro ejemplo es el Golden Rice (arroz dorado), aún en fase de pruebas. Los granos de este tipo de arroz contienen beta-caroteno, un precursor de la vitamina A, lo que podría convertirse en una solución para aquellas regiones cuya dieta carece de esta vitamina.

En los últimos tiempos, la postura anti-transgénicos está sumando cada vez más adeptos. Sus argumentos se fundamentan en que dicen que no existen garantías de su inocuidad, tienen efectos ambientales negativos y producen contaminación genética. Sin embargo, como ya hemos mencionado, no se ha producido ningún efecto por la consumición de los alimentos transgénicos aprobados en todos estos años. ¿Qué piensas tú? ¡Déjanos un comentario para hacernos saber cuál es tu opinión al respecto!

Fuentes:

  1. Domingo Roig, J. L.; y Gómez Arnáiz, M. (2000). Riesgos sobre la salud de los alimentos modificados genéticamente: una revisión bibliográfica.  Rev Esp Salud Pública. 74: 255–261. http://dx.doi.org/10.1590/S1135-57272000000300003
  2. Pryme, I. F.; y Lembcke, R. (2003). In Vivo Studies on Possible Health Consequences of Genetically Modified Food and Feed—with Particular Regard to Ingredients Consisting of Genetically Modified Plant Materials. Nutr Health. 17 (1): 1–8. http://dx.doi.org/10.1177/026010600301700101
  3. Maghari, B. M.; y Ardekani, A. M. (2011). Genetically Modified Foods and Social Concerns. Avicenna J Med Biotechnol. 3(3): 109–117. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3558185/pdf/AJMB-3-109.pdf
  4. Biography of Rudolf Jaenisch en la página web oficial de PNAS. Consultado el 28 ocutbre de 2014 en http://www.pnas.org/content/101/39/13982.full 
  5. Frequently asked questions on genetically modified foods en la página web oficial de la OMS. Consultado el 28 de octubre de 2014 en http://www.who.int/foodsafety/areas_work/food-technology/faq-genetically-modified-food/en/

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6 comentarios:

  1. Por favor, antes de alarmar investigad. Existe consenso científico en la seguridad de los OGM. Citar un artículo de hace 14 años, cuando la aplicación de esta tecnología estaba en sus inicios, no es una buena idea.


    Ronald, Pamela Plant Genetics, Sustainable Agriculture and Global Food Security.
    11–20.doi:10.1534/genetics.111.128553.PMC3120150.PMID21546547. 2011: Genetics188(1):
    http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3120150/

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    1. Hola Anónimo,

      Muchas gracias por tu comentario. Antes de nada, siento mucho si el artículo te ha parecido alarmista; esa no era ni de lejos nuestra intención. Quería realizar una descripción de qué son los transgénicos, sus usos y cómo está (y ha estado) el panorama en cuanto la principal inquietud, los efectos de los OMG en la salud humana. De ahí que haya citado artículos de hace 14 años, pero siempre dentro de su contexto (sólo los he empleado para contar lo que pasó con Pusztai y la situación a la que llevó en torno al 2000).

      En cuanto al artículo que has citado, concluye que “catorce años de extensos estudios han demostrado que los cultivos genéticamente modificados son herramientas que, cuando se integran con prácticas administrativas óptimas, ayudan a hacer una producción agrícola sostenible. Los amplios beneficios para los granjeros, el medio ambiente y los consumidores explican la amplia popularidad de esta tecnología en muchas partes del mundo”. Creo que en ningún momento entré a debatir la seguridad de los OMG con respecto al medio ambiente o su producción, sino que me centré en los posibles riesgos que puedan entrañar para la salud. Es cierto que los cultivos transgénicos permiten un crecimiento resistente a herbicidas, virus o insectos, lo que evita las pérdidas de los mismos y constituye un gran avance.

      En este campo de la salud, sin embargo, sigue sin haber consenso. Revisiones recientes (Maghari y Ardekani, Bawa y Anilakumar) coinciden en que se necesita probar la seguridad de los GMO y las técnicas por las que se realizan, para poder dar al consumidor una información veraz con una base científica. Hoy en día se siguen publicando artículos muy dispares en estos temas, desde aquellos que aportan información que refuerza la seguridad de las proteínas Bt Cry (empleadas en el maíz Bt y otros muchos cultivos) para sus aplicaciones en biotecnología (Farias et al) hasta los que proponen una conexión hipotética entre los GMO y la infertilidad (Gao et al).

      De nuevo, muchas gracias por leernos y por tu comentario. ¡Un saludo!

      Maghari, B. M.; y Ardekani, A. M. (2011). Genetically Modified Foods and Social Concerns. Avicenna J Med Biotechnol. 3(3): 109–117. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3558185/pdf/AJMB-3-109.pdf

      Bawa, A. S.; y Anilakumar, K. R. (2013). Genetically modified foods: safety, risks and public concerns—a review. J Food Sci Technol. 50(6):1035–1046. http://dx.doi.org/10.1007/s13197-012-0899-1

      Farias, D. V. et al (2014). Evaluation of Cytotoxic and Antimicrobial Effects of Two BtCry Proteins on a GMO Safety Perspective. Biomed Res Int. 2014: 810490. http://dx.doi.org/10.1155/2014/810490

      Gao, M. et al (2014). Hypothetical Link between Infertility and Genetically Modified Food. Recent Pat Food Nutr Agric. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25342149

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  2. Muy interesante. Mil gracias por la información

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    1. Hola Carmen,

      ¡Muchas gracias por el comentario y por leernos!

      Un abrazo enorme :)

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  3. Me ha gustado mucho, muy ameno a la vez que informativo. Espero que sigáis en esta linea.
    Un saludo

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    1. ¡Hola Anónimo!

      Muchas gracias por leernos y por tu comentario. Me alegra muchísimo oír lo que dices, puesto que ése era mi objetivo principal: intentar informar de la situación actual sin que resulte el tostón que podemos encontrar en algunos documentales :)

      Esperamos (e intentaremos) seguir escribiendo sobre temas que sean del interés general de una forma amena, sobre todo de cosas que aparecen día a día en nuestras pantallas y de las que todo el mundo ha oído hablar.

      ¡Un saludo! :)

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"La ciencia es aquello sobre lo que siempre cabe discusión" – José Ortega y Gasset
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