24 de diciembre de 2014

La ciencia también necesita equidad

 24 de diciembre de 2014  Sé el primero en comentar

Hoy nos alejamos un poco de nuestra base científica, pero no del mundo de la ciencia. No os daremos la brasa contándoos los más pequeños detalles de la biología molecular o cualquier otra disciplina científica, no os preocupéis. Esta semana nos adentramos en la posición de la mujer en la ciencia, algo tan o más importante que lo que os hemos venido contando hasta ahora.
En un reciente capítulo de la serie The Big Bang Theory, a una de las protagonistas le ofrecían salir en un reportaje sobre las 50 científicas más sexies de California. Algo que al principio parecía una buena noticia, se torna en una discusión más profunda sobre el papel de la mujer en la ciencia.

¿Hay desigualdad en el campo de la ciencia? ¿Cuan grande es esta brecha? ¿Es difícil para las mujeres que se las tome en serio en este campo? ¿Obtienen hombres y mujeres los mismos puestos de trabajo? ¿Ha cambiado esto en los últimos años?


Crédito: CBS.

¿Hay desigualdad en el campo de la ciencia? Sí. Sin ninguna duda. Y hay miles de informes, encuestas y datos en general que lo prueban. A nivel personal, ninguna de las colaboradoras de este blog se ha cruzado con ninguna situación de este tipo: nuestras familias nos han apoyado en la decisión de estudiar Bioquímica, y en los cuatro años de universidad que llevamos ninguna ha sentido nunca que ser mujer pueda ser un obstáculo para desarrollar una carrera científica. Pero esto no siempre es la realidad.

Los estereotipos acerca de las mujeres en la ciencia siguen muy presentes hoy en día, afectando negativamente a éstas. No sólo el hecho de que la imagen tradicional de científico sea la de un hombre (pídele a un niño que te dibuje un científico), sino que simplemente una frase como ‘los hombres hacen mejor tal o cual cosa’ puede tener una influencia enorme sobre lo que las chicas piensan de sus capacidades y sobre sus resultados.

En 1999, Spencer et al reclutaron a hombres y mujeres universitarios interesados en las matemáticas con historiales y capacidades similares para dividirlos en dos grupos y hacerles un test de matemáticas. A un grupo se le dijo previamente que los chicos sacaban mejores notas que las chicas en ese test, mientras que al otro se le informó de que no había diferencias en las notas entre hombres y mujeres. Los resultados fueron sorprendentes: en el grupo con el estereotipo la nota media de los hombres fue 5 veces superior a la de las mujeres, mientras que en el otro estuvo muy igualada.

Pero ni siquiera es necesario hacer un examen para comparar las notas. En un experimento similar, las mujeres de un grupo que era informado de que una determinada tarea se le da mejor a los hombres se consideraban de partida menos capaces que ellos para hacerlo.

Los estereotipos que se dicen sobre las mujeres pueden no sólo alterar la capacidad de estas para realizar un examen (izquierda), sino también lo que piensan acerca de sus capacidades para hacerlo (derecha). Elaboración propia a partir de Hill et al.

Pero esto no es todo. Si bien existen variaciones importantes entre los países y las disciplinas de investigación, otro problema al que hay que hacer frente es el descenso de mujeres en ciencia después de la obtención del doctorado. En España, un país en el que se llega con aproximadamente el mismo número de mujeres y hombres a la formación universitaria científica, queda patente que es a partir del doctorado cuando la desigualdad empieza a crecer. Esto se acentúa hasta que el punto de que menos del 25% de los investigadores principales del CSIC en 2013 eran mujeres.

La denominada gráfica "tijera" muestra que, partiendo de un personal investigador en formación con ligeramente más mujeres que hombres, en el CSIC el profesorado de investigación es mayoritariamente masculino. Elaboración propia a partir del Informe Mujeres Investigadoras 2014 del CSIC.

A pesar de los avances que se han hecho en los últimos años, queda un largo camino por recorrer. Entre las causas más citadas cuando se pregunta por este abandono se encuentran la maternidad y ciertos prejuicios sutiles de género. En el siguiente vídeo del proyecto Vidas de ciencia, financiado por la FECyT, Cristina, física experimental de la UAM, cuenta cómo concilia su vida familiar y laboral:



Esperamos que más pronto que tarde podamos ver a mujeres convertirse en científicas y no quedarse por el camino. Sólo dieciséis mujeres en la historia han recibido un Premio Nobel en un campo científico, pero ejemplos no han faltado a lo largo de la historia: Ada Lovelace, Rosalind Franklin, Lynn Margulis, Jane Goodall… A día de hoy, Marie Curie sigue siendo la única persona (hombre o mujer) en ganar dos premios Nobel en disciplinas científicas diferentes. ¿Y si las dificultades que tienen las mujeres para desarrollar una carrera en la ciencia estuviera privándonos de grandes científicas y de avances importantes para la sociedad? ¿Qué crees tú que falta para poder llegar a una igualdad en la ciencia? 

¿Cómo es la situación en tu país? Pincha en la siguiente infografía para descubrirlo:

UNESCO - Women In Science Interactive
Crédito: UNESCO.

Fuentes

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"La ciencia es aquello sobre lo que siempre cabe discusión" – José Ortega y Gasset
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